Rosa de Damasco: la rosa más especial
Las rosáceas son plantas ornamentales bien conocidas y se las conoce como la reina de las flores. En la actualidad, se han identificado más de 200 especies de rosas. Sin embargo, R. damascena es la más conocida y utilizada para la creación de perfumes.
En la actualidad, esta planta se cultiva en Irán (especialmente en la región de Kashan) para preparar agua de rosas y aceite esencial. Debido al bajo contenido de aceite esencial y la falta de sustitutos naturales y sintéticos, el aceite esencial de rosa de esta planta es uno de los más caros del mercado.
La Rosa Damascena también se ha utilizado con fines medicinales. Se han estudiado diversos productos y componentes aislados de flores y pétalos de esta planta en una variedad de estudios de todo tipo.
El origen de la rosa de Damasco se encuentra en el Medio Oriente. Algunas evidencias indican que el origen del agua de rosas procede de la antigua Persia, pero el origen de sus aceites esenciales y extractos fragantes está en Grecia. Esta planta se cultiva en todo el mundo, incluidos Irán, Europa, Bulgaria, Turquía e India.
Los efectos más terapéuticos en la medicina antigua del uso de rosa de Damasco, incluyen el tratamiento del dolor abdominal y torácico, el fortalecimiento del corazón, el tratamiento del sangrado menstrual y los problemas digestivos, la reducción de la inflamación, especialmente del cuello. Las tribus indias de América del Norte utilizaron una decocción de la raíz de la planta como remedio para aliviar la tos de los niños.
Esta planta también se usa como un laxante suave. El aceite de rosa ayuda a disminuir el dolor, el estrés nervioso y la tensión. Ayuda en la reducción de la sed, la curación de heridas y la salud de la piel. La terapia de vapor del aceite de rosa es útil para algunas alergias, dolores de cabeza y migraña.
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